OMÁN Análisis eventual 2018: La cuestión de la sucesión
Daniel Bashandeh | 03 Jun 2018
La actualidad política del país gira en torno al estado de salud del sultán Qaboos bin Said. Tras más de ocho meses de tratamiento médico por un posible cáncer en Alemania, las muestras de preocupación sobre el devenir del régimen más personalista del Golfo, tanto en Omán como en la región, han ido en aumento ante la incierta sucesión política. A día de hoy, no hay un sucesor nombrado ni heredero natural lo que conlleva a meras especulaciones. Y es que la historia contemporánea de Omán es en gran parte la historia de Qaboos. Tras dar un golpe de estado en 1970 con ayuda británica, la figura de Qaboos ha simbolizado unidad, progreso y estabilidad. Qaboos ha destacado por llevar una política exterior independiente que en palabras de Grappo se resume en “amigo de todos, un amigo cercano para algunos y enemigo para ninguno”. Ha sabido mantener una política exterior independiente al resto de los países del Golfo con respecto a Arabia Saudí y manteniendo una alianza estratégica y económica con Irán, resaltando la importancia diplomática del sultán en su rol mediador entre P5+1 e Irán durante las negociaciones del reciente acuerdo nuclear.
La cuestión de la sucesión es de suma importancia para el devenir del país y la estabilidad regional. Omán tiene varios frentes abiertos que generan ansiedad e incertidumbre a lo largo del país. Esto es una crisis económica con un alto índice de paro que ronda el 20% de la población donde un 56% se encuentra por debajo de los 25 años de edad. A su vez, el país se encuentra en continuo proceso de diversificación lejos de los hidrocarburos ante el agotamiento de los recursos naturales. Ante la escasez, los problemas se hacen mayores debido a que Omán ha dado muestras de dependencia petrolífera, confirmándose como un estado rentista. En 2013, 86% de los beneficios del país provenían de este sector y la bajada del precio del barril ha llevado a Omán a medidas de austeridad como el incremento de impuestos, reducción de subsidios y el fin de primas administrativas.
