FE PAKISTÁN/Elecciones legislativas y provinciales 25 de julio de 2018
Ana Ballesteros | 03 Oct 2018
Estas elecciones marcan el segundo traspaso de poder civil de la historia de Pakistán, tras la consecución de dos legislaturas completas. Sin embargo, a pesar de que no se haya producido ningún golpe de estado, el pulso del gobierno civil con el estamento militar por el control de la política exterior y de defensa ha sido descarnado.
Las elecciones se celebraron en un ambiente seriamente enrarecido. El primer ministro Nawaz Sharif fue descalificado en julio de 2017 por el Tribunal Supremo (TS). Tras rechazar en primera instancia las alegaciones contra Sharif, el TS aceptó las recomendaciones de un tribunal creado ad hoc para revisar la declaración de sus posesiones en la candidatura presentada a la Comisión Electoral de Pakistán (CEP). Nawaz Sharif volvía a presentarse como candidato a primer ministro por la LMP-N, pero a consecuencia de su descalificación y la implicación en el caso de corrupción de su hija Maryam, su más probable heredera política, el partido eligió a Shahbaz Sharif, hermano de Nawaz, como candidato. El veto a Sharif parece estar más motivado por su enfrentamiento con los militares que por la naturaleza de la adquisición de sus bienes. Entre otras razones, en primer lugar, por la presencia de militares y miembros de los servicios de inteligencia en un tribunal judicial, altamente irregular, a lo que hay que añadir la opacidad del proceso. En segundo lugar, la familia Sharif presentó documentos falsificados pero el tribunal tampoco demostró la adquisición fraudulenta de las propiedades londinenses (adquiridas en los años noventa). Para su descalificación, el tribunal utilizó el Art. 62(1)(f) de la Constitución, una cláusula introducida por el dictador militar Zia ul-Haq en 1985 en la que se impone como condición que el candidato sea sadiq y amin. Es decir, Sharif fue descalificado por no ser honesto. Esta cláusula se aplica de forma torticera, dada la vaguedad de su interpretación. En tercer y último lugar, se ha demostrado que la CEP en cambio sí aceptó un buen número de candidatos que han ocultado propiedades, doble nacionalidad o antecedentes penales.
A la descalificación de Sharif y su encarcelamiento, hay que añadir una tendencia cada vez más alarmante: la coacción a los periodistas y la censura de medios, que han denunciado presiones para presentar de una manera negativa a los Sharif e ignorar la campaña de la Liga Musulmana de Nawaz (LMP-N). GeoTV fue retirada de antena tras no seguir la línea editorial marcada por los poderes establecidos. Solo fue restaurada cuando firmó un acuerdo para cambiar la línea editorial. Varios editores y periodistas del periódico Dawn también recibieron amenazas. La distribución del periódico se paralizó en los barrios residenciales conocidos como cantonment de varias ciudades, que son áreas administradas por los militares. Se han presentado casos criminales contra el editor y el periodista que dieron cobertura a Nawaz Sharif durante la campaña electoral, lo que podría sentar un precedente para futuras elecciones.