El hijo del dictador libio ha presentado en la ciudad meriodinal de Sehba, capital del sur, su candidatura a las elecciones previstas para el próximo 24 de diciembre, las primeras en este país norteafricano desde la independencia de Italia, en 1951. Pero esta cita está en entredicho a causa de las disputas entre los diferentes grupos rivales y por falta de consenso sobre una ley electoral que regule la consulta.
La opción del aplazamiento, que apoyan gran parte de los grupos políticos libios, ganó fuerza esta semana después de que la cumbre convocada por Francia en París para tratar el tema y a la que acudió incluso la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, cambiara el tono anterior y lo aliviara asegurando que el 24 de diciembre es "el inicio del proceso electoral".
De ser elegido, Saif al Islam, tendría dificultades para ser reconocido como presidente por la Comunidad Internacional al haber contra él una orden de busca y captura por parte de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de lesa humanidad. De hecho la Fiscalía General Militar de Libia pidió inmediatemente a la Comisión Electoral Suprema que suspenda su candidatura.