Herzog denies reports of secret meeting with Netanyahu over coalition
"It didn't happen and did not take place. Nothing about it was suggested and there was no discussion," Herzog said on Wednesday to Channel 2.
"It didn't happen and did not take place. Nothing about it was suggested and there was no discussion," Herzog said on Wednesday to Channel 2.
Official coalition negotiations will resume Sunday after taking a break over the Passover holiday, with representatives from Prime Minister Benjamin Netanyahu's Likud party working to pull the negotiations out of the rut they're stuck in ahead of the first deadline to forming the new government on April 22.
The four-week mandate Netanyahu received from President Reuven Rivlin to form a government passed its halfway point Wednesday night. His associates said he is close to a deal with Shas and United Torah Judaism.
Kulanu and Prime Minister Benjamin Netanyahu's Likud party will meet Sunday evening to start discussing the basic guidelines of the new government.
The first meeting between the two teams was meant to take place Thursday morning, with Kulanu being scheduled to be the first party in the negotiating room, but following reports that Netanyahu plans to give the Knesset's Finance Committee to United Torah Judaism and leave the Administration of Planning part of the Interior Ministry (which is being eyed by Shas), Kahlon released a statement hinting he was opposing such moves.
Likud officials have estimated in recent days that among the three portfolios Bennett is likely to demand – defense, education, and religious affairs – his party will only receive one, in addition to two other portfolios that have yet to be determined.
Earlier this week, Habayit Hayehudi MK Ayelet Shaked suggested a law to be implemented by the next government. The bill would force any organization seeking tax exempt donations from foreign sources to receive approval from the Defense Minister, the Foreign Minister and the Knesset’s Foreign Affairs and Defense Committee.
Prime Minister Benjamin Netanyahu, grappling with fierce White House disapproval, won consent from Israel's president on Wednesday to try to form a new coalition government.
The surprise victor of a March 17 election, Netanyahu looks well set to assemble a heavily right-leaning cabinet that will control 67 of parliament's 120 seats - a large majority in a country where no one party has ever been able to rule by itself.
Kulanu representatives on Monday met with President Reuven Rivlin, recommending that Prime Minister Benjamin Netanyahu be tasked with forming the next coalition. The nomination gave Netanyahu an absolute majority of 61 votes in his favor.
Kulanu leader Moshe Kahlon told President Rivlin that his party was neither Left nor Right, but socially-oriented with a central focus on the human being.
"We nominate Netanyahu and the broader the base of the coalition the better it will be for all of us," Kahlon said.
Tras la victoria del Likud, el presidente, Reuven Rivlin, que recibe a los partidos para escuchar a quien recomiendan como primer ministro, pide la unión de la sociedad israeli.
Bajo la alargada sombra del enfrentamiento sin precedentes entre el liderazgo de Estados Unidos e Israel y tras una tensa campaña electoral, el nuevo Gobierno de Benjamin Netanyahu ha iniciado hoy oficialmente el proceso de su formación.
Israel se ha despertado esta mañana con la sorpresa de la victoria electoral del primer ministro Benjamin Netanyahu. Con prácticamente todos los votos escrutados, el conservador Likud obtiene 29 escaños frente a los 24 de la coalición de centroizquierda Unión Sionista, encabezada por el laborista Isaac Herzog, en un Parlamento de 120 miembros.
Tras una de sus noches más gloriosas desde su aterrizaje como meteoro en la política israelí a mediados de los 90, el líder del Likud, Benjamin Netanyahu se ha puesto manos a la obra para formar su tercer Gobierno de forma consecutiva. Aunque formalmente aún debe esperar la llamada del presidente de Israel, Reuven Rivlin, Bibi ya está cosiendo una coalición que pretende completar en dos o tres semanas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ya sólo parece querer jugar la carta del voto nacionalista. Hasta el último momento ha intentado atraer a los electores más conservadores con un mensaje de rechazo a la solución de los “dos Estados” para el conflicto palestino si logra ser reelegido. Antes de que se cerrara este lunes la campaña de las legislativas lanzó un órdago final que cuestiona la reanudación del estancado proceso de paz en Oriente Próximo.
"Recorro todo el país y lo que más le preocupa hoy al ciudadano es si podrá comprar una casa en su vida o si los bancos dejarán de cobrarle escandalosas comisiones", asegura a EL MUNDO Moshe Kahlon a tres días de las elecciones en Israel. Este ex ministro del Likud y pieza clave en el puzzle del "día después", ha fundado el partido centrista Kulanu ("Todos Nosotros") por una sola razón: la agenda social.
La apuesta de centrar su campaña en el eje de la seguridad, que llegó al clímax en su discurso ante el Congreso de Estados Unidos el pasado día 3, puede haberle salido por la culata a Benjamín Netanyahu. El primer ministro israelí, que se ha quedado estancado en el segundo puesto en los últimos sondeos autorizados antes de las legislativas del próximo martes, hechos públicos este viernes, se ha visto forzado a multiplicar su presencia en la campaña para pasar al contraataque.
Por primera vez desde el Gobierno de Yitzhak Rabin en 1992, los árabes en Israel pueden tener la llave en las elecciones. La culpa es de Ayman Odeh, de 40 años, al conseguir lo que parecía misión imposible: unir a los partidos árabe-israelíes. También ha contribuido el temor de algunos políticos a quedarse fuera de la Knesset (Parlamento) tras la ley que elevó el corte de escaños a cuatro.
Four days ahead of Tuesday’s election, Prime Minister Benjamin Netanyahu is fighting for his political life.
The Zionist Union’s lead is growing. The Likud’s satellite parties on the Right and Moshe Kahlon’s Kulanu are biting off chunks of its support.
Netanyahu’s fate appears to be in the hands of President Reuven Rivlin, with whom he has sparred for three decades. His refusal to endorse Rivlin’s run for president could come back to haunt him next week, when the president begins the process of assigning a candidate to form a new government.
With four days to go ahead of vote, Netanyahu's Likud suffers blow in polls, receiving only 22 Knesset seats, while Herzog's Zionist Union reaches 26; Bayit Yehudi and Yesh Atid tied at 12, Yedioth Ahronoth poll says.
The Zionist Union has increased its lead over the Likud, with Prime Minister Benjamin Netanyahu's party polling at 22 as opposed 26 for his main rival, Isaac Herzog, giving his center-ticket a clear lead over the ruling party with only four days before Israelis head to the ballots.
El dúo de centro izquierda formado por Yitzhak Herzog y Tzipi Livni lidera los sondeos. Las alianzas en la Knésset dan más opciones al primer ministro Benjamin Netanyahu
Sucedió el 17 de mayo de 1977. Esa noche Haim Yavin, más conocido como "Mister Televisión", certificó el histórico momento que marcó la transformación de Israel. El presentador de la cadena pública identificada con el 'establishment' laborista anunció los resultados electorales.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que hay "una enorme maniobra mundial" para garantizar que pierde las próximas elecciones legislativas en Israel y no continúa en el cargo de jefe del Gobierno.
"Es una carrera muy ajustada. Nada está garantizado porque hay una enorme campaña mundial para derrocar al Gobierno del Likud", ha dicho Netanyahu, en un discurso este lunes ante activistas de su partido de derechas.
Uno tras otro, los sondeos reflejan un empate técnico entre las dos grandes fuerzas en liza en las legislativas que Israel celebrará el próximo día 17. El conservador Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu, y la coalición de centroizquierda Unión Sionista, que lideran el laborista Isaac Herzog y la exministra Tzipi Livni, siguen corriendo cabeza con cabeza en una campaña electoral marcada por la fragmentación del voto y el auge de los pequeños partidos.