Eva Estaún | 02 Dic 2013
Tras los éxitos relativos de las dos conferencias internacionales celebradas en Londres (febrero 2012 y mayo 2013) a propósito de la nueva situación de Somalia surgida tras el fin de la transición (agosto 2012), el 16 de septiembre de este mismo año tuvo lugar en Bruselas la Conferencia sobre el Nuevo Pacto. La conferencia de carácter internacional fue organizada conjuntamente por el Gobierno Federal de Somalia y la UE con el objetivo de acordar un Nuevo Pacto para comprometer al pueblo de Somalia y sus socios internacionales con una serie de prioridades esenciales, así como prestar nuevo apoyo a la reconstrucción de Somalia a lo largo de los tres próximos años.
El documento que se acordó ha sido el resultado de un proceso que ha durado más de un año, las conversaciones entre los diferentes actores que han participado se iniciaron en diciembre de 2012; en marzo de 2013, el Gobierno Federal, la sociedad civil, las NNUU y la UE decidieron establecer un Grupo de Alto nivel (High Level Task Force, HLTF) que supervisara el avance de los acuerdos y sirviera de guía para los puntos más controvertidos. El resultado del trabajo vio la luz en septiembre de 2013 cuando tuvo lugar en Mogadiscio la reunión de consulta para validar el documento. El proceso que ha contado con la participación de todos los sectores de la sociedad somalí y con la ayuda técnica y económica de la comunidad internacional (principalmente de la UE como principal donante en el país y de las Naciones Unidas por su apoyo técnico) establece las prioridades para Somalia durante el periodo 2014-2016.
El objetivo principal del documento es crear mejores condiciones en el país a través del diálogo, la promoción de la reconciliación política y el establecimiento de la paz, la seguridad, la justicia y el desarrollo sostenible. Contiene además ciertas especificaciones para los territorios de Puntland y de Somaliland o Somalilandia.
Los desafíos que afronta el país, son complejos multifacéticos y muy diferentes dependiendo del contexto político, social o religioso que analicemos, dentro de la diversidad del país. La estrategia para hacer frente a esta diversidad de una forma efectiva y que permita que Somalia se sitúe en la senda del crecimiento, desarrollo y paz sostenible debe incluir: los principales enfoques y obligaciones que han de asumir los principales líderes políticos del país, el establecimiento de unas estructuras de gobierno sólidas capaces de asumir la prestación de servicios básicos entre la población, así como de hacerse con la confianza del pueblo somalí, la necesidad de establecer instrumentos que permitan la mediación y la participación de las diferentes comunidades, el establecimiento de un diálogo entre la sociedad civil y unas buenas relaciones con la comunidad internacional.
El documento de apenas 45 páginas consta de cinco capítulos y tres anexos en los que se determinan asuntos de vital importancia como por ejemplo, los principales objetivos de estado, la estructura de la ayuda internacional, la arquitectura de la evaluación de la ayuda, o los principales acuerdos a los que se ha llegado con Somalilandia, incluyendo para cada uno de los capítulos la obligación de contemplar una forma de hacer política que sea inclusiva para toda la sociedad, la seguridad, la justicia, unas bases económicas a respetar, y el detalle de los servicios básicos que ha de prestar el estado a la población y la fuente de ingresos que permitirán el desarrollo de los mismos.
La necesidad de contemplar con detalle unos procesos de política inclusiva pretende conseguir una paz estable y duradera en el país a través del proceso político en los diferentes niveles de la sociedad, promoviendo la reconciliación nacional y local. También requiere un acuerdo sobre el marco político en el que se va a desarrollar la vida de la nación que se verá satisfecho con la promulgación de la Constitución federal, prevista para el año 2015, proceso que culminará con la celebración de elecciones en el año 2016.
Dentro del marco de la seguridad, los actores se comprometen a establecer una serie de instituciones que garanticen la seguridad e integridad física de los ciudadanos somalíes, instituciones sólidas en las que puedan confiar.
En el apartado justicia, se contempla el establecimientos de instituciones que sean capaces de actuar conforme a la ley impartiendo justicia que sea igual para todos los ciudadanos, evitando la impunidad de ningún crimen y todo ello bajo los auspicios del marco constitucional y los estándares internacionales acordados por el gobierno somalí.
Se hace en el documento especial atención a la necesidad de revitalizar y fortalecer la economía somalí, con especial atención en la generación de empleo y a la generación de incentivos suficientes para que todos aquellos ciudadanos que se han visto obligados a emigrar tengan la oportunidad de plantearse la vuelta al país.
Es importante resaltar que el documento subraya la necesidad de que el estado somalí se convierta en el garante de la prestación de una serie de servicios básicos de forma igualitaria para todos los ciudadanos sin importar ninguna condición, de la misma forma que se va a preocupar por la generación de ingresos de una forma también equitativa, así como también la redistribución de los mismos en la forma prevista en la ley.
Por último, no pasa desapercibido que el documento también refleje la obligación del gobierno de Puntland o Puntlandia de contribuir de forma pacífica, justa y productiva a las principales prioridades políticas y estratégicas de Somalia, considerado como un solo país, según lo establecido en el segundo plan de desarrollo quinquenal delineado y aceptado por las autoridades de Puntlandia.
Como conclusión, se puede decir que la comunidad internacional junto con el gobierno somalí ha hecho un gran esfuerzo para pactar un documento de mínimos que permitirán al gobierno iniciar una andadura en el camino correcto, la inversión y la confianza de la comunidad internacional. En este proceso, el respaldo exterior está siendo importante y la respuesta del Gobierno hasta el momento está siendo satisfactoria, pero habrá que esperar a que se vaya aplicando lo pactado y se vayan desarrollando los documentos legales acordados que permitan llenar de instituciones el país, para que Somalia deje de ser un estado fallido.