Los palestinos temen que el plan de Trump acabe con su Estado

Fuente: 
elPeriódico
Fecha de publicación: 
31 Mayo 2019
Pese a desconocerse los detalles, el plan de paz para Oriente Próximo de Donald Trump ya hace temblar a la comunidad palestina. La estrategia, impulsada por el presidente estadounidense y su yerno y asesor Jared Kushner que busca resolver el lóngevo conflicto entre Palestina e Israel, es considerada por palestinos y oficiales y políticos árabes como un proyecto con la intención de acabar con la causa palestina. 
 
Tras dos años en el tintero, Trump lo anunció como el "acuerdo del siglo". Por ser conocedora de sus amistades -el polémico mandatario tiene un vínculo muy estrecho con el primer ministro israelí Binyamin Netanyahu y una tensa relación con su homólogo en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmoud Abbás-, la comunidad palestina asegura que su intención es dinamitar la solución de los dos estados. Esta posición ha sido históricamente defendida por los Estados Unidos y a nivel internacional, y reconoce un Estado palestino independiente formado por Cisjordania, Jerusalén este y Gaza.
 
Después de varios aplazamientos, Washington planea rebelar el contenido formal de los factores económicos del plan en la conferencia 'Paz para la Prosperidad' el próximo junio en Bahréin. Desde círculos palestinos y árabes, se ha criticado la gestión del conflicto, hasta ahora inresoluble, por parte de Kushner y Trump como una transacción ya que han asegurado que ambos gozan de mayor experiencia en ventas que en diplomacia. 
 
También denuncian que las dificultades políticas para resolver los choques históricos no desaparecerán con el desembolso de millones de dólares a la Autoridad Palestina y a los vecinos árabes de Israel. Además, algunas fuentes occidentales y árabes que han podido acceder al plan han confirmado que forzaría la expansión de Gaza hacia el norte de Egipto, bajo control egipcio, y que dejaría un territorio menor de Cisjordania, algunas áreas a las afueras de Jerusalén y ningún control sobre sus fronteras.  
 
Falsos "rumores"
 
El enviado de Trump a Oriente Próximo, Jason Greenblatt, ha calificado de falsos los "rumores" de una expansión hacia el desierto del Sinaí egipcio pero se ha negado a dar detalles más específicos del plan antes de que se haga público. A su vez, ha justificado la decisión de no usar la terminología de solución de dos estados por su "falta de detalles y matices" y porque "significa cosas distintas para gente diferente". 
 
"Sin Jerusalén [como capital], sin el derecho al retorno de los refugiados, sin un estado soberano; nosotros lo que vemos es que la causa palestina está siendo liquidada", ha explicado un líder palestino a la agencia 'Reuters'. "Por eso este proyecto estadounidense es peligroso".
 
Varios altos cargos de la política palestina denuncian que este plan ya se ha empezado a implementar en los territorios ocupados: con los recortes en ayuda humanitaria a la ANP, el cierre de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington, los recortes en la agencia de la ONU para los refugiados palestinos o el apoyo a la soberanía israelí en los Altos del Golán. 
 
Inestabilidad política
 
La situación política actual no es la más favorable. En Israel, el primer ministro se enfrenta a una nueva convocatoria de elecciones tras su incapacidad de llevar a cabo pactos dentro de una Kneset cada vez más polarizada. Mientras, Abbás lleva 18 meses boicoteando cualquier pacto político con la Administración de Trump desde el traslado de la embajada estadounidense a la disputada Jerusalén.
 
El líder de la ANP no es el único opositor palestino al pacto, ya que también le apoya en su rechazo el movimiento islamista Hamás que no reconoce el derecho a existir de Israel y que lleva décadas imponiendo claras condiciones para aceptar un Estado palestino dentro de las fronteras de los territorios ocupados. La OLP lo ha considerado un intento de "chantajear" a los palestinos para aceptar la ocupación de Cisjordania, como preludio de una posible anexión de la mitad de su territorio por parte de Israel que les convierta en una simple región del país. 
 
Por parte del promotor del "acuerdo del siglo", las condiciones no son precisamente de estabilidad. Más allá de la obsesiva guerra comercial con China, en Oriente Próximo Trump está enfrascado en una escalada de amenazas con el régimen iraní de los ayatolás, también contrario al plan de paz de EEUU, y un rearmamiento del que se temen las consecuencias a nivel mundial.
 
Andrea López-Tomàs