- Ninguno de los dos bloques logra mayoría absoluta y la opción más factible es un gobierno de unidad nacional
- El ascenso del ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar le sitúa como un elemento clave en el futuro político del país
A falta de cerrar el recuento al 100%, el Likud del actual primer ministro Benjamín Netanyahu y la alianza Azul y Blanco del ex jefe del Estado Mayor Benny Gantz lograrían 32 escaños cada uno, lejos de los 61 que suponen la mayoría absoluta en la Knéset (el Parlamento israelí).
Los resultados reproducen los que tuvieron lugar en abril de este año, cuando ambos partidos alcanzaron los 35 escaños, pero Netanyahu fue incapaz de aglutinar una mayoría para ser investido por quinta vez consecutiva. Esto aboca a Israel a dos escenarios: un gobierno de unidad nacional o una nueva repetición electoral.
El elemento que puede desequilibrar esta balanza es el partido ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar de Avigdor Lieberman, cuarta fuerza, a quien todos señalan como la posible llave de un futuro gobierno. Lieberman, que ha pasado de cinco a nueve escaños en estas elecciones, aseguró durante el recuento que para él "la única opción" sería un gobierno de unidad nacional entre el Likud y Azul y Blanco, propuesta que respalda Gantz.
Sin embargo, Netanyahu no ha hecho referencia a Gantz en su intervención de esta madrugada, pero ha dejado claro que "no puede haber un gobierno que dependa de los árabes", representados por la Lista Unida, tercera fuerza con 12 diputados.
"Muy pronto, mi buen amigo el presidente (Donald) Trump presentará su plan (de paz), y este diseñará el futuro de Israel por muchas generaciones" y por eso "Israel necesita un gobierno estable y fuerte, un gobierno sionista y comprometido con Israel como el estado nacional del pueblo judío", ha señalado el primer ministro en funciones.
El resto del recuento sitúa en quinto y sexto lugar a los dos partidos ultraortodoxos, Shas (9 escaños) y Judaísmo Unido por la Torá (8), seguidos del ultraderechista Yamina (7), la unión Laborismo-Guesher (6) y la Unión Democrática (5).
El complicado futuro de Netanyahu
Con estos resultados hay una posibilidad complicada, pero no imposible, mediante la suma de Likud con sus tradicionales aliados (Shas, Judaísmo Unido de la Torá y Yamina) a los que anadiría los seis escaños del Laborismo Guesher, en el bloque opositor, lo que permiría contar con 62 diputados, uno por encima de la mayoría absoluta. Pero según ha informado The Times of Israel, los laboristas habrían rechazado ya esta hipótesis.
En cuanto al gobierno de unidad nacional, Azul y Blanco estaría dispuesto a apoyarlo pero, atendiendo a las promesas de Gantz en campaña, sin Netanyahu al frente, a quien considera machado por las acusaciones en tres casos de corrupción.
Y es que la situación del primer ministro es cada vez más complicada. El analista Nahum Barnea aseguraba en el Yediot Aharonot que "de cara afuera, los ministros del Likud han mantenido un frente unido: o Netanyahu o nada. Pero en conversaciones privadas algunos cantan una melodía diferente. No creo que nadie quiera arriesgarse a una tercera elección, ni siquiera por Netanyahu. Quizás ha llegado la hora de decir adiós".
En el mismo periódico, la comentarista Sima Kadmon afirma que "en sus diez años en el poder, Netanyahu nunca se ha encontrado en una situación tan mala", ya que es muy difícil imaginar cómo podría formar con éxito un gobierno en un contexto "en el que Likud es más pequeño que Azul y Blanco y el bloque de derechas es menor que el de centro e izquierda".
Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20190918/israel-empate-tecnico-entre-gantz-n...