Estas son algunos de los puntos clave del Pacto de Coalición entre Netanyahu y Gantz ante la pandemia y la recesión generada por ésta:
Alternancia en el poder por ley
Netanyahu proseguirá al frente del Ejecutivo durante 18 meses, que sumará a sus 14 años de mandatos acumulados, y entregará el cargo a Gantz. Para plasmar la rotación en el poder, la Kneset (Parlamento) deberá aprobar antes de tres semanas una legislación especial que garantice su cumplimiento.
Anexión territorial en Cisjordania
El líder centrista ha renunciado a contar, como aspiraba, con derecho de veto sobre la anexión de los asentamientos judíos y del valle del Jordán en Cisjordania. El primer ministro tendrá vía libre para “aplicar la soberanía israelí” sobre gran parte del territorio palestino bajo ocupación militar desde 1967.
El Gabinete más amplio de la historia
Israel contará con el Gabinete con mayor número de carteras en su historia —hasta 36 ministros y 16 viceministros— para poder acomodar a todas las fuerzas de la coalición. Además de la presidencia del Parlamento, el Likud de Netanyahu se reservará Finanzas y Seguridad. Azul y Blanco, la alianza de Gantz, obtendrá Defensa, Exteriores y Justicia, y espera atraer a diputados del menguante laborismo —partido histórico con el que proyecta fusionarse— para que piloten Economía y Asuntos Sociales. Los ultraortodoxos seguirían controlando Sanidad e Interior (que en Israel no dirige la policía, competencia de Seguridad) y la extrema derecha, si decide finalmente permanecer en la coalición, Educación.
Blindaje frente a la justicia
Otra garantía extraordinaria que recibe el primer ministro en las cláusulas de coalición es la potestad de vetar el nombramiento de altos cargos de la justicia, entre ellos el de fiscal general, mientras se sustancia su proceso por tres casos de corrupción, que debe comenzar el 24 de mayo. También ha impuesto la exigencia de acuerdo unánime entre sus representantes y los de Gantz en el comité de selección de jueces del Ministerio de Justicia.
Netanyahu teme sobre todo que el Supremo pueda privarle de la permanencia en el poder a causa de tres peticiones legales, presentadas el lunes por grupos políticos y de la sociedad civil, para que el Alto Tribunal fije su doctrina y establezca si un encausado (por fraude y soborno, en su caso) está facultado o no para ejercer como jefe del Gobierno. El veto de la jurisprudencia solo afecta por ahora a los ministros, no al jefe del Ejecutivo. El pacto de coalición prescribe que si Netanyahu es apartado por los jueces, se disolverá automáticamente la Kneset y se convocarán nuevas elecciones legislativas.