Marruecos celebra hoy elecciones municipales y regionales que están transcurriendo con normalidad, en un proceso considerado como un termómetro para medir el desgaste sufrido por el Partido Justicia y Desarrollo (PJD, islamista), que encabeza la actual coalición gubernamental.
Según los datos proporcionados por el Ministerio de Interior, en las cuatro primeras horas habían acudido a votar un 12 % de los 15,4 millones de inscritos en las listas electorales, un porcentaje similar al registrado en las elecciones de 2009.
En Rabat, la afluencia dependía de un barrio a otro, pero sin ser masiva en ningún caso. Muchos electores se acercaron a votar a lo largo de la mañana en ropa tradicional (chilabas) al coincidir las elecciones con el viernes, día de oración.
Un funcionario municipal de uno de los colegios del centro de la capital explicaba a los electores cómo votar en estos comicios en que por primera vez se prescinde de la llamada "tarjeta del votante" para permitir a la gente que emita su sufragio simplemente con su documento de identidad.
Esta medida fue introducida para agilizar el proceso y animar a la participación, aunque el Gobierno ha mantenido la obligatoriedad de la inscripción en listas electorales (y no solo en el censo poblacional), contrariamente a lo que pedían varios grupos, entre ellos el PJD.
Los votantes deben escoger marcando una cruz sobre sus candidatos municipales y regionales dentro de un gran desplegable que recoge los símbolos de todos los partidos que concurren en el distrito.
El pliego es después doblado e introducido en la urna y por último el votante debe marcar su dedo con tinta indeleble.
En estas elecciones, los marroquíes optarán entre más de 130.000 candidatos para cubrir los 31.503 escaños municipales y regionales y, por vez primera, un tercio de asientos serán para mujeres, después de que el Parlamento aprobase el pasado junio duplicar la cuota femenina.
Varios consultados por Efe a pie de urna subrayaron que estas elecciones suponen para ellos un "deber nacional" para elegir a sus nuevos representantes y para consolidar "la seguridad" del país.
Amina, una médica de unos cuarenta años, dijo a Efe tras depositar su voto que para ella estos comicios consolidan la participación y representatividad de las mujeres en el escenario político.
Las municipales y regionales son vistas como un test para medir la popularidad del PJD y de su secretario general, Abdelilah Benkirán, después de cuatro años en el Ejecutivo nacional con un balance marcado por la aprobación de varias medidas "impopulares", en un contexto regional en el que los partidos islamistas han perdido el poder en países como Túnez y Egipto.
Frente al PJD, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM, oposición), una formación liberal que ganó las anteriores municipales, concurre en estos comicios con todo su peso esencialmente en los medios rurales, donde tiene mayor poder.
De los treinta partidos que concurren ahora, los observadores centran su interés en el resultado del PJD y su capacidad de destronar al PAM.
En esta rivalidad, las dos formaciones no ahorraron en intercambio de acusaciones y críticas durante la campaña electoral.
Los medios de comunicación, que en su mayoría han sido hostiles al PJD, no han escapado a esta polémica después de que la formación islamista acusara a algunos medios oficiales de "parcialidad" a favor del PAM.
La tasa de participación, que se situó en un 52,4 % en los comicios de 2009, se presenta como segundo reto e indicador de la legitimidad que tendrán los elegidos.
Los primeros resultados de estas elecciones aparecerán a partir de la noche de hoy y en los próximos días se conocerán los que corresponden a cada región y provincia.
De la votación saldrán los consejos municipales y regionales para un mandato de seis años y estos, a su vez, elegirán a los ocupantes de 72 escaños del total de 120 de la Cámara de Consejeros (cámara alta del Parlamento nacional).
Por: Fatima Zohra Bouaziz
Fuente: http://www.eldiario.es/politica/elecciones-municipales-Marruecos-transcu...
