Los tunecinos apuntalan su primavera

Fuente: 
El Mundo
Fecha de publicación: 
07 Mayo 2018

ROSA MENESES.

La baja participación empaña las primeras municipales libres en el país árabe

La descentralización se convierte en la gran reforma pendiente de la transición

Arrancan en Túnez las primeras elecciones locales desde la revolución de 2011

Una revolución contra las promesas rotas en Túnez

Los tunecinos tienen la capacidad de hacer historia como si no les fuera la vida en ello. Al fin y al cabo, llevan más de siete años transitando por los desconocidos caminos de la democracia y demostrando al mundo que van en serio. Este domingo han grabado una nueva muesca en la memoria colectiva al celebrar las primeras elecciones municipales libres y pluralistas de la historia del país. Son los cuartos comicios desde que la Revolución de 2011 acabó con el régimen de partido único, tras las elecciones constituyentes de 2011 y las legislativas y presidenciales de 2014. Pero Túnez abrocha con poco entusiasmo el último eslabón de la cadena que le ata a la democracia.

"No pienso votar. ¿Para qué? Hay problemas muy graves que los políticos no van a resolver", dice Ali Jreibi a pocos metros de un colegio electoral. Este treintañero empleado en una compañía de telefonía móvil no quiere ni oír hablar de elecciones. Y como él Lotfi Mhamed, que hace una burbuja con la boca mientras conduce su 'petit taxi' a toda velocidad por la autopista que une el centro de Túnez con el barrio burgués de Les Berges du Lac, al pie de la laguna que se confunde con el mar. Es su forma de expresar su falta de confianza en los políticos. "Hablan mucho y hacen poco", concluye.

 

La desafección que gran parte de la población siente hacia la clase política se ha transformado en una fuerte abstención. A mediodía, la participación sumaba un escaso 13,6%, mientras que a las 15 horas -a tres horas del cierre de los colegios- era del 20,4%, según datos de la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE). Finalmente, la participación alcanzó un 33,7%.

Grave crisis económica

Para muchos, estas elecciones -pospuestas hasta en cuatro ocasiones- llegan tarde. Túnez se encuentra inmerso en una profunda crisis económica cuya manifestación más cruel es el alto nivel de desempleo y la subida de los precios de los bienes básicos que lastran a la población más pobre. El paro alcanza el 15,5% de la población -aunque hay quien dice que la cifra no oficial puede ser mayor- y arrasa especialmente entre los jóvenes, que sufren hasta el 30%. El dinar ha caído un 40% frente al euro en siete años.

Pero aun así no hay que restarles importancia política a estos comicios. Los principales partidos en el poder, el conservador Nidaa Tunis y el islamista En Nahda (que a su vez gobiernan en coalición y son mayoría en el Parlamento), ven en ellos una forma de medir sus fuerzas de cara a las legislativas de octubre de 2019 y a las presidenciales, que se celebrarán semanas después.

"Estos comicios responderán a dos preguntas: cuál es la fuerza de En Nahda y de Nidaa Tunis y qué nuevas élites locales emergerán a partir de las listas independientes", apunta Larbi Chouikha, especialista en Medios y profesor de Ciencias de la Información y Comunicación en la Universidad de Manuba. La formación que dirige el Rachid Ghanuchi partía de una posición cómoda y, según los sondeos preliminares publicados una hora después del cierre de los colegios, se habría proclamado ganadora con pocos puntos de diferencia con su rival. Un sondeo a pie de urna de SIGMA arroja los siguientes resultados: En Nahda 27,5%; Nidaa Tunis 22,5%, Frente Popular 5,3%. Para el presidente tunecino, Beji Caid Esebsi, y su partido, Nidaa Tunis, las elecciones eran una cuestión de supervivencia y conservar el poder en 2019 dependía de una victoria en estos comicios. Un descalabro de Nidaa Tunis hace peligrar la permanencia de Yusef Chahed como primer ministro.

Más de 5,3 millones de personas están llamadas este domingo a las urnas para elegir los consejos locales que gobernarán en 350 ayuntamientos y en 24 prefecturas. La nueva ley electoral establece cuotas paritarias para mujeres y jóvenes. Como resultado, un 49,3% de los candidatos tienen nombre femenino y un 52% son jóvenes de menos de 35 años. Se abre paso así una nueva generación política en la cuna de las revoluciones árabes.

Un Estado débil

Islamistas y esebsistas han formado durante años un duopolio de poder que podría quebrarse a partir de ahora. Estos dos partidos, además de concentrar los órganos de Gobierno aglutinan el desencanto de la ciudadanía. "Un déficit de imagen preocupante en una joven democracia", escribía Zyed Krichen, director de 'Le Maghreb'.

Para Rhida Tlili, profesor de Historia Moderna y Contemporánea en la Universidad de Túnez, la desafección ilustra una tendencia. "En la historia de Túnez quienes han cambiado el país han sido siempre los movimientos sociales y no los partidos", explica a EL MUNDO.es. "Nuestra historia demuestra que los partidos siempre llegan después de la rebelión popular. Por tanto, hay que prestar atención a las alianzas sociales en los próximos meses", añade. Las protestas del pasado enero por el alza de precios y la subida de impuestos, promovidas por movimientos como Fesh Nestanew todavía están en la retina.

Sea como sea, la votación viene a romper con el Estado centralista que instauró Burguiba y que en parte está en el origen del desequilibrio económico y de la brecha de desarrollo entre las marginadas regiones del interior y la pujante y turística costa. Ahora, los municipios tendrán competencias y dirigentes propios, según el nuevo Código de Colectividades Locales aprobado el 26 de abril pero todavía sin promulgar. Un texto que llega in extremis y "de milagro", en palabras de Chouikha. Sus intrincados 392 artículos hacen difícil todavía adivinar sin estar en la práctica cuáles son las prerrogativas locales más allá del papel. "En estos siete años, hemos aprobado textos magníficos que responden a los estándares democráticos internacionales, pero su interpretación y aplicación efectiva se ven obstaculizadas por las presiones sociales que a menudo alteran el espíritu mismo de estos textos. No hay ausencia del Estado, pero sí un Estado débil al que hay que rehabilitar", añade el experto.

Elecciones de transacciones

Mucho se juega Túnez en unas elecciones municipales que han atraído más atención internacional que nacional. Tras siete años de un levantamiento anti-autoritario, que produjo enorme expectación, llegan las primeras elecciones democráticas para elegir los 350 ayuntamientos del país. El entusiasmo se ha ido evaporando, los ajustes económicos, por un lado, como la devaluación de un 30% del dinar y la torpeza de la clase política para responder con rapidez a las demandas más urgentes, por otro, ha hecho el resto. En el trasfondo de estas elecciones, fuertes transacciones que explican el retraso y la prudencia al convocarlas. Negociaciones entre los dos principales partidos, Nidá y Nahda, socios incómodos de gobierno; presiones de los financiadores (UE y FMI) por continuar las reformas; cabildeo de la Patronal y el sindicato principal UGTT por estabilizar y renovar las instituciones locales. De resultas de las mismas se han preparado unas elecciones que recogen elementos muy diversos: innovaciones electorales para mujeres y jóvenes; renuncia a la justicia transicional y regreso de la vieja clase del RCD (Agrupación Constitucional Democrática); aprobación in extremis de un código de competencias locales, aún por desarrollar.

 

Prof. Rafael Bustos (UCM) y Jefe de la misión electoral de OPEMAM en Túnez

 

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2018/05/06/5aef2eb4e2704e92588b4668....