La victoria del bloque de al Sadr abre las negociaciones para formar Gobierno

Fuente: 
El Mundo
Fecha de publicación: 
19 Mayo 2018

Como ya anticiparon los resultados parciales, el heterogéneo bloque del clérigo chií Muqtada al Sadr se ha alzado con el triunfo en las elecciones parlamentarias iraquíes, con 54 de los 329 diputados del Hemiciclo. La semana que ha tardado la comisión electoral en anunciar el recuento, entre llamadas de algunos partidos kurdos a repetir las votaciones o el asedio de centros en la disputada Kirkuk, desvela las complicadas y largas negociaciones que se abren ahora para formar Gobierno.

"Irak y la reforma merecieron tu voto. No te defraudaremos", ha prometido Al Sadr en su cuenta de Twitter. Su alianza 'Revolucionarios por la reforma' es un experimento político insólito en el país árabe en el que cohabitan los partidarios del clérigo que fue azote de las tropas estadounidenses tras la invasión de 2003, comunistas y seculares. Una amalgama que trasciende las líneas sectarias que han protagonizado la vida del país desde el derrocamiento de Sadam Husein y exige una batalla sin cuartel contra una rampante corrupción.

Tras los 54 escaños y los 1,5 millones de sufragios obtenidos por su bloque, le siguen los 47 diputados cosechados por la coalición Fatah (Conquista, en árabe) de Hadi al Amiri, jefe de Hashid Shaabi (Movilización popular, en árabe), la constelación de milicias chiíes respaldadas por Irán. El actual primer ministro, el también chií Haidar al Abadi, y su unión Al Nasr (Victoria) se han hecho con 42 puestos en un Parlamento extremadamente fragmentado. Peor parado ha quedado su predecesor Nuri al Maliki. Su alianza Estado de ley, hasta ahora la principal coalición chií, solo ha conseguido 26 escaños.

Al Wataniya, liderada por el chií Ayad Allawi, ex vicepresidente de Irak y muy crítico con la limpieza del proceso electoral, sólo ha logrado 12 representantes. En la región autónoma del Kurdistán iraquí, el gobernante Partido Democrático del Kurdistán se garantiza 25 diputados mientras que su tradicional rival, la Unión Patriótica del Kurdistán, retiene 18. La pluralidad de bloques y formaciones que componen el nuevo Hemiciclo pronostica una azarosa formación del Ejecutivo, que debe completarse en el plazo máximo de 90 días desde la proclamación de los resultados.

Un Gobierno de tecnócratas

En un críptico tuit, Al Sadr ofreció hace días la posibilidad de forjar un Gobierno de tecnócratas integrado por casi todas las candidaturas con representación en el Parlamento en el que Al Abadi podría seguir al frente. Entre las contadas excepciones que el clérigo ni siquiera mencionó, figuran la lista del ex primer ministro Al Maliki al que acusa de años de corrupción y desgobierno y la de Al Amiri, por su estrecha relación con la vecina Irán. El nuevo hombre fuerte de la política iraquí anhela un Gabinete a salvo de injerencias extranjeras.

Un escenario difícil en un país sobre el que Estados Unidos e Irán llevan tres lustros desplegando sus influencias. En febrero, un asesor iraní ya avanzó que Teherán no toleraría un Gobierno compuesto por "comunistas o liberales". En 2010, la lista del ex vicepresidente iraquí Ayad Allawi venció por exiguo margen pero no pudo presidir el Gobierno por, a su juicio, el veto de la república de los ayatolás.

Las conversaciones, en cualquier caso, ya han comenzado. Esta misma semana el general iraní Qasim Suleimani, líder de la fuerza de élite Quds y un rostro popular en Irak donde ha liderado la batalla de las milicias contra el autodenominado Estado Islámico, ha mantenido encuentros en Bagdad con representantes políticos para avanzar en un Gabinete que cuente con el visto bueno de Teherán. También ha viajado a la capital iraquí Brett McGurk, enviado especial de la presidencia estadounidense en la coalición internacional. El emisario de Donald Trump se ha reunido con Al Abadi, Al Sadr, Allawi y el primer ministro del Kurdistán Nechirvan Barzani con la formación del Gobierno como orden del día.

Con una participación del 44,52%, la más baja desde el ocaso de Sadam, los comicios del pasado sábado han afrontado una ardua semana. Poco después del cierre de los centros de votación, se registraron los primeros altercados en el Kurdistán con el asedio a la sede de un partido en la ciudad de Suleimaniya. Hasta seis formaciones kurdas denunciaron irregularidades en el proceso y exigieron un recuento manual de las papeletas, una demanda rechazada por la comisión electoral.

El miércoles el presidente del comité, Riad al Badran, denunció que varios colegios se hallaban sitiados por hombres armados en la estratégica ciudad de Kirkuk, una villa habitada por árabes, kurdos y turcomanos, y la cercana Daquq. "En estos momentos tenemos empleados que se hallan como rehenes en un centro de votación de Kirkuk y la oficina electoral de la localidad", voceó el funcionario. Desde hace días la comunidad turcomana protagoniza una acampada en Kirkuk en protesta por la amplia victoria de la Unión Patriótica del Kurdistán, formación a la que acusan de fraude.

Una vez proclamados los resultados, el presidente iraquí convocará al Parlamento en el plazo máximo de 15 días. El Hemiciclo elegirá entonces a su presidente y vicepresidentes por mayoría absoluta en una votación secreta. Tendrá, también que designar por dos tercios al nuevo presidente del país. Tras acceder al cargo, el jefe del Estado contará con 15 días para encargar la formación del Gobierno al diputado nominado por el bloque más votado en los comicios. El nuevo primer ministro tiene que configurar su Gabinete en el lapso de un mes. El Parlamento debe aprobar uno por uno los ministros propuestos.

Francisco Carrión

http://www.elmundo.es/internacional/2018/05/19/5aff8d4de2704e16688b464e....