Los islamistas y los líderes tribales han sido los grandes beneficiados de unos comicios marcados por la muerte a finales de septiembre del nonagenario emir Sheij Sabah al Ahmed
Los resultados de las elecciones parlamentarias en Kuwait, la monarquía menos absoluta del golfo Pérsico, abren una nueva etapa en el país, apenas dos meses después de la llegada al trono de Nawaf al Ahmed al Jaber al Sabah. La oposición ha logrado cerca de la mitad de los escaños en liza en un Hemiciclo renovado en el que dos tercios de los diputados que buscaban la reelección han perdido su puestos, incluida la única mujer.
Los islamistas y los líderes tribales han sido los grandes beneficiados de unos comicios marcados por la muerte a finales de septiembre del nonagenario emir Sheij Sabah al Ahmed; las restricciones impuestas por la propagación del Covid-19 y la peor coyuntura económica en tres décadas. En un país en el que están prohibidos los partidos políticos, la oposición se ha hecho con 24 escaños, según los resultados anunciados por la comisión electoral en la televisión estatal. El Movimiento Constitucional Islámico, vinculado a los Hermanos Musulmanes, ha obtenido tres escaños mientras que los candidatos de la minoría chií han cosechado seis.
A la Asamblea Nacional, compuesta por 50 parlamentarios elegidos por votación popular y 15 designados directamente por el emir, acceden 31 nuevos rostros tras una legislatura que por primera vez desde 2003 no fue disuelta anticipadamente pero que, según los críticos, estuvo lastrada por la ausencia de labor legislativa. Una treintena de los diputados tiene menos de 45 años. Una de las prioridades del Hemiciclo es aprobar una legislación que permita al país acudir a los mercados internacionales de deuda.
Ninguna de las 30 mujeres aspirantes a través de las cinco circunscripciones del país ha logrado escaño, en un revés a su participación en las instituciones. Las kuwaitíes conquistaron los derechos de voto y representación política hace tan solo 15 años. La igualdad, no obstante, sigue siendo un objetivo remoto, con la discriminación aún presente en asuntos de divorcio, custodia de hijos, inserción laboral o ciudadanía.
La única diputada de la pasada legislatura, Safa al Hashem, ha caído derrotada tras obtener apenas 430 votos frente a los más de 3.000 sufragios que cosechó hace cuatro años. Al Hashem se había convertido en una detractora acérrima de los trabajadores expatriados que representa el 70% de la población kuwaití. Llegó a declarar que los extranjeros debían asumir todos los costes, "el de los servicios médicos, la infraestructura e incluso el aire que respiran".
A pesar de la situación sanitaria, la participación se situó en torno al 60% de los 560.000 votantes registrados. Las medidas de protección individual provocaron aglomeraciones en el centenar de colegios electorales establecidos en un país que tiene la superficie de la provincia de Zaragoza. Cinco centros, uno por cada circunscripción, fueron reservados para que los enfermos de Covid-19 pudieran ejercer su derecho al voto. Según la agencia de noticias estatal Kuna, la Asamblea Nacional estrenará legislatura el próximo 15 de diciembre.
Tras los comicios, el flamante emir Nawaf, de 83 años, ha aceptado la dimisión del primer ministro Sabah al Jalid al Sabah y su Gobierno. Será él quien también designe un nuevo "premier" y le encargue la formación del Gabinete. Una de las incógnitas que dejan las elecciones es el nivel de cooperación que establecerán el emir y el Parlamento. Durante décadas la familia real, que reina desde hace más de 250 años, y el Hemiciclo han protagonizado continuos pulsos con el emir recurriendo a las disoluciones anticipadas de la Asamblea Nacional o a la reforma de la ley electoral.
En 2012 el fallecido emir cambió un sistema electoral que hasta entonces permitía a los ciudadanos votar hasta por cuatro candidatos. Desde entonces, los electores sólo pueden escoger un aspirante, lo que -a juicio de la disidencia- dificulta la conformación de alianzas. La enmienda del sistema electoral, la amnistía de los disidentes políticas o la lucha contra la corrupción son algunas de las demandas de la reforzada oposición.
La reforma económica y las políticas de austeridad serán uno de los principales caballos de batalla. Por primera vez en su historia la agencia crediticia Moody's acaba de rebajar la calificación del país, cuyo déficit podría superar a finales de este año el 40% de su Producto Interior Bruto, alcanzando los niveles de la depresión económica que supuso en 1990 la invasión del país por Irak y la posterior Guerra del Golfo.
Por: Francisco Carrión
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2020/12/06/5fcd1e43fc6c8351308b468a...
