El secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha destacado este lunes la "victoria moral y política" de la formación y sus aliados en las elecciones parlamentarias celebradas el domingo en el país.
En sus primeras declaraciones tras las elecciones, Nasralá ha subrayado que "completar las elecciones ya es una victoria en sí misma", al tiempo que ha manifestado que "es una victoria para todos los libaneses que participaron en los comicios".
Así, ha hecho hincapié en la aplicación por primera vez del sistema proporcional, al tiempo que ha argumentado que "esta ley ha dado la oportunidad a todos los partidos de participar en la toma de decisiones".
"Necesitábamos una gran representación en el Parlamento para garantizar la protección de la resistencia y porque cuando se tiene un bloque parlamentario fuerte se tiene el poder para sacar adelante los programas electorales", ha sostenido.
Por ello, Nasralá ha indicado que "la resistencia continuará, ya que cuenta con el apoyo y la confianza de su pueblo",según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Poco antes, el primer ministro de Líbano,Saad Hariri, había confirmado que su partido, Al Mustaqbal (Futuro), ha logrado 21 escaños en las parlamentarias, una cifra que supone un tercio menos de los 33 que obtuvo en los comicios de 2009.
Hariri destacó que "el éxito más importante es la celebración de elecciones parlamentarias", al tiempo que se mostró "satisfecho" con los resultados.
La posición de poder de Hezbolá en Líbano refleja también el peso de Irán en la región y una influencia que va de Líbano hasta Irak y Siria. Hezbolá se declara enemigo del vecino Israel y está clasificado como un grupo terrorista por Estados Unidos.
Los resultados provisionales señalan que Hariri será el líder de esta comunidad con mayor fuerza en el Parlamento, lo que le sitúa en una excelente posición para liderar el próximo ejecutivo a pesar de que ha perdido escaños en varios de sus bastiones.
El sistema político que rige Líbano establece que corresponde a un suní el cargo de primer ministro. Se prevé que el próximo gobierno,igual que el saliente, esté compuesto por líderes políticos de los principales partidos del arco parlamentario.
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