Continúan negociaciones en Sudán tras una noche de violencia mortífera

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EN MAYÚSCULA
Fecha de publicación: 
14 Mayo 2019
Los generales en el poder y los representantes de los manifestantes sudaneses reanudaron este martes las conversaciones sobre la gestión de la transición, al día siguiente de choques mortales cuya responsabilidad contestatarios y la embajada de Estados Unidos atribuyen al Consejo militar que dirige al país.
 
Por su parte, el Consejo endilgó la violencia, a causa de la cual murieron seis personas, cinco civiles y un soldado, y otras muchas resultaron heridas, según fuentes médicas y militares, a 'elementos' que intentan hacer fracasar el proceso político.
 
'Atribuimos toda la responsabilidad de lo que ocurrió ayer (lunes) al Consejo Militar, porque está a cargo de la protección de los manifestantes', declaró un líder del movimiento de protesta, Mohamed Naji al Asam, en una conferencia de prensa.
 
Bakr Faizal, otro líder contestatario, pidió la creación de una comisión investigadora para 'identificar y castigar a los responsables de esta violencia'.
 
La embajada de Estados Unidos también reaccionó en un comunicado publicado este martes, en el cual achaca la responsabilidad de la violencia al Consejo Militar.
 
'Los trágicos ataques contra los manifestantes, que causaron la muerte de al menos seis sudaneses y un centenar de heridos, son consecuencia de los intentos del Consejo Militar de imponer su voluntad a los manifestantes, al tratar levantar las barreras callejeras', señaló en su declaración.
 
Según ésta, 'la decisión de aumentar el recurso a la fuerza, incluido la utilización de gases lacrimógenos, ha conducido a una violencia (...) que el Consejo Militar no ha podido controlar'.
 
Estados Unidos ha pedido reiteradamente a los militares que encuentren un acuerdo con los manifestantes sobre una transferencia del poder a los civiles.
 
- Nuevas discusiones -
 
'Las conversaciones se reanudaron a las 13h00 locales' (11h00 GMT), dijo este martes a la AFP Jaled Omar, jefe de la Alianza para la Libertad y el Cambio (ALC), que reúne a los líderes de la contestación y aspira a una transferencia rápida del poder a los civiles.
 
Después de informar sobre progresos el lunes, el orden del día de este martes se centraba en el delicado tema de la repartición de puestos entre militares y civiles en las tres instituciones de la transición: el Consejo soberano, el gabinete y la Asamblea legislativa.
 
Las partes también debían discutir el periodo de transición, que los manifestantes proponen que sea de cuatro años, en tanto los militares de sólo dos.
 
La ALC quiere dominar las tres instituciones que prefigurarán el traspaso del gobierno al poder civil sudanés, en tanto los militares quieren mantener el control durante el periodo de transición.
 
El lunes, generales y líderes de la ALC se pusieron de acuerdo en cuanto a la estructura de estas tres instituciones.
 
Sin embargo, este progreso quedó empañado por la violencia registrada por la tarde-noche.
 
El domingo por la noche los manifestantes bloquearon una gran arteria de la capital, la calle del Nilo, tras acusar a los militares de haber cerrado un puente por el que llegaban a su sentada permanente frente al cuartel general, lo que los militares consideraron 'inaceptable'.
 
Este martes, la calma reinaba en la capital, constataron periodistas de la AFP.
 
No obstante, en la cercana ciudad de Omdurman, docenas de manifestantes bloquearon vías de tránsito y quemaron neumáticos.
 
- Régimen de Bashir en la picota -
 
Al Bashir fue destituido tras casi 30 años en el poder por una serie de manifestaciones populares, que empezaron el 19 de diciembre después de que el gobierno decidiera triplicar el precio del pan.
 
El fiscal general del país anunció el lunes la inculpación del exdirigente por 'incitación y participación en el asesinato de manifestantes' durante las protestas contra su régimen.
 
Según el comité de médicos cercano a la ALC, 90 personas murieron desde el 19 de diciembre a manos de las fuerzas del orden en manifestaciones.
 
Las autoridades hablan de un balance de 65 muertos.
 
El exjefe de Estado es objeto también de órdenes de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI), que quiere llevarlo a La Haya para que responda a acusaciones de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en el conflicto de Darfur, en el oeste de Sudán.
 
La oenegé defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) llamó este martes a que sea juzgado por esa instancia 'por crímenes recientes y pasados', refiriéndose precisamente a Darfur.
 
Jartum (AFP)