Leyla Hamad | 06 Oct 2012
La detallada hoja de ruta de la transición política de Yemen; el Mecanismo de Implementación de la Iniciativa del Golfo (MIIG) firmado el 21 de noviembre de 2011 estipulaba que tras las elecciones presidenciales de febrero de 2012 y la elección del único candidato a las mismas; AbdelRabu Mansur Hadi, debía establecerse un Diálogo Nacional en la que se aglutinaran todas las fuerzas políticas y sociales del país para conseguir una reconciliación a nivel nacional.
El calendario impuesto por el Mecanismo de Implementación de la Iniciativa del Golfo no ha sido cumplido.
En dicho Diálogo debían discutirse los principales asuntos de la agenda política yemení; la cuestión del Sur, la guerra de Saada pero también debía llevarse a cabo una reforma del servicio civil, de la justicia y de la administración local que permitiera avanzar hacia un sistema democrático. Además el Diálogo debía establecer una Comisión Constituyente que condujera la reforma constitucional. Todo ello en un plazo no superior a 6 meses. Sin embargo el calendario impuesto por el MIIG no ha sido cumplido. Recientemente se ha anunciado que el Diálogo se iniciará en Noviembre, es decir, medio año después de lo previsto.
Hasta el momento los retrasos en la preparación del Diálogo se han producido principalmente por la participación condicionada de algunas fuerzas políticas y por la exigencia de que la reestructuración del ejército se completara antes de iniciar el proceso. Aunque ya se ha reestructurado parte de las instituciones militares, la frágil situación del país y el temor a las reacciones en los ceses o reubicaciones del círculo cercano del ex-presidente Saleh han provocado que estas medidas se realicen con extrema cautela.
Un decreto presidencial del 14 de julio estableció la constitución del Comité Técnico del Diálogo compuesto por 25 miembros de todas las fuerzas político-sociales yemeníes y definió las tareas del comité cuyas recomendaciones debían hacerse públicas el 30 de septiembre, sin embargo hasta la fecha sólo se ha anunciado la inclusión en la agenda del Diálogo Nacional de un nuevo tema; al-Qaeda.
A un mes del comienzo del Diálogo Nacional la discrepancia ha vuelto al Comité Técnico debido a la inclusión por decreto presidencial de 6 nuevos miembros, casi todos ellos islamistas tanto del Islah, como jóvenes de la Universidad al-Imam y del nuevo partido salafista Unión al-Rashad.
Las discrepancias en la composición del Diálogo Nacional son sólo una muestra más de la gran fractura político-social.
Estas inclusiones han sorprendido a los miembros del Comité y algunos de sus integrantes han decidido boicotear las reuniones recurriendo al absentismo. Según estos miembros el Comité había solicitado al presidente que incluyera a tres miembros más del movimiento sureño al-Hirak, y en su lugar se han incluído a representantes del islamismo dando un giro peligroso a su composición y marginando a los representantes del Sur.
Tanto a nivel internacional como nacional se ha destacado la importancia de que el Diálogo Nacional sea celebrado sin demoras, señalando que el éxito o el fracaso de la transición yemení dependen directamente de esta Conferencia. Sin embargo las discrepancias en la composición son sólo una muestra más de la gran fractura político-social que existe actualmente en Yemen y que el Diálogo debe superar.