La Junta de Indultos de Malasia ha rechazado la solicitud de perdón real solicitada por la familia del líder de la oposición y diputado Anwar Ibrahim, condenado a cinco años por sodomía en lo que se considera una incriminación meramente política destinada a impedir su ascenso al poder.
El consejero federal Amarjeet Singh anunció que la Junta desestimó la petición el pasado 16 de marzo sin ofrecer razones que lo justifiquen, y confirmó ante la prensa local que la decisión arrebata a Anwar su condición de diputado. El líder opositor, fundador del Partido de Justicia Popular (PJP), seguía siendo parlamentario por el distrito de Permatang Pauh.
La decisión de la Junta de Indultos no fue comunicada a la familia sino a la dirección de la prisión donde cumple condena Anwar, lo que ha llevado a su formación a anunciar que no buscará un reemplazo para su escaño hasta que no se comunique formalmente la decisión y no se agoten otros recursos legales para lograr la excarcelación del dirigente.
El pasado 24 de febrero, la esposa de Anwar, Wan Azizah Wan Ismail, y sus hijas Nurul Izzah y Nurul Nuha, solicitaron formalmente un perdón real para Anwar pese a que ello conlleva una admisión implícita de culpa, para apartar al opositor, aquejado de diversos problemas de salud, de prisión. Las tres mujeres están fuertemente vinculadas al partido de Ibrahim con cargos de responsabilidad: su esposa es la presidenta del PJP.
Desde que fuera anunciada la condena, el pasado febrero, el Partido de Justicia Popular ha convocado numerosas manifestaciones para denunciar lo que consideran una incriminación meramente política. Y no sólo ellos. Anwar Ibrahim fue una importante figura del actual régimen - la coalición Frente Nacional, en el poder desde 1957- entre 1993 y 1998, cuando ejerció como número dos de Mahathir bin Mohammad, primer ministro de Malasia entre 1981 y 2003. En 1999, Ibrahim abandonó a su mentor para aunar una oposición que puso en peligro la coalición gobernante pero el autócrata Mahathir, cuyo mandato se caracterizó por la persecución de opositores y por acumular poder a expensas del poder Judicial, no estaba dispuesto a perder terreno.
El primer ministro recurrió a los mismos métodos que emplean ahora sus sucesores: en 2000, Anwar fue acusado de sodomía -en concreto, de haber tenido relaciones sexuales con el chófer de su esposa- y condenado. Cuatro años después, el Tribunal Supremo anulaba la condena y le dejaba en libertad.
El guión volvió a aplicarse tras las elecciones de 2008, cuando la coalición en el poder ganó con los peores resultados cosechados en 50 años. En agosto de aquel año, el líder del PJP volvía a ser acusado formalmente de sodomía -delito en Malasia, país musulmán- para ser de nuevo absuelto por la Corte Suprema en 2012. Los últimos éxitos electorales cosechados por el líder del PJP al frente de su coalición, donde participan tres partidos, han vuelto a repetir el escenario, para desolación de una familia y un partido que denuncian una persecución con el único objetivo de poner fin a la carrera política del carismático opositor.
La hija de Anwar, la también diputada Nurul Izzah, fue arrestada recientemente y acusada de sedición por haber leido ante el Parlamento una carta escrita por su padre donde lamentaba la supeditación de la Justicia malasia al poder Ejecutivo.
"Vamos a apelar sin duda alguna la decisión de rechazar el indulto, y lo haremos pidiendo más información sobre lo que está ocurriendo", afirmó en declaraciones a la prensa local la abogada Latheefa Koya, que representa a Anwar Ibrahim.
Mónica G. Prieto
Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/04/01/551be04222601d902b8b4586....