El consejo presidencial de Libia llama a transferir los poderes

Fuente: 
El País
Fecha de publicación: 
13 Mar 2016

El Consejo Presidencial de Libia, un órgano de nueve miembros impulsado por la ONU desde el 17 diciembre, difundió el sábado por la noche un comunicado en el que llamaba a la transmisión de poderes de forma “pacífica y ordenada” hacia un Gobierno de unidad nacional. Probablemente, ni el más optimista de los miembros del Consejo y de los representantes de la ONU deben pensar que esa transmisión será “pacífica y ordenada”. Pero esa es la única salida que el Consejo y la ONU parecen encontrar ahora, después de que fracasase su intento de conseguir el respaldo de los dos Gobiernos y los dos Parlamentos enfrentados de Libia.

Este Consejo presidencial ha apelado a la comunidad internacional a que cesen “toda relación con las autoridades ejecutivas que no deriven del Gobierno de Unidad”. El problema es que el propio Consejo tiene su sede en un hotel de Túnez. Su poder real, hoy por hoy, es nulo. Cualquier extranjero que pretenda viajar a Libia tiene que ponerse en contacto con las autoridades no reconocidas de Trípoli para que le otorguen un visado.

La mayor parte del país está controlado por el Gobierno de Trípoli, producto de alianzas entre milicias y partidos políticos en gran parte de confesión islamista y no reconocidos por la comunidad internacional. Más de mil kilómetros al este de la capital se encuentra la ciudad de Tobruk, sede del otro Parlamento que hasta el día de hoy venía siendo reconocido por la comunidad internacional. El Parlamento de Tobruk debía haber aprobado el Gobierno de unidad que propuso el Consejo Presidencial. Pero ese Gobierno fue rechazado el 25 de enero. En febrero se produjo otro segundo intento, pero la votación no llegó a celebrarse debido a las presiones de un grupo de diputados contrarios a la formación de este Gobierno de unidad. Para aprobar ese Ejecutivo de unidad se requerían 93 votos sobre 175. Ante la imposibilidad de celebrar la votación, 101 diputados firmaron un documento de apoyo al Gobierno de Unidad. Es en ese documento en el que se basa el Consejo Presidencial para solicitar la transferencia de poderes.

Lo que realmente parece impedir el apoyo a un Gobierno de unidad en Libia no son las razones ideológicas o religiosas, sino los nombres propios. En Tobruk ejerce una gran influencia el general Jalifa Hafter, al mando de lo que él proclamó en 2014 como Ejército Nacional Libio. Para el Gobierno de Trípoli Hafter es un criminal de guerra. Para sus defensores, Hafter es el hombre que los libró de la expansión de los “yihadistas” de Trípoli. El Consejo Presidencial debe nombrar un ministro de Defensa y Hafter no quiere perder sus poderes. Tampoco están dispuestas a perder sus negocios y poderes algunas de las milicias que controlan Trípoli. Y en ese terreno pantanoso es donde debería abrirse paso un nuevo Gobierno de unidad.

 

 

By Francisco Perejil

 

 

 

 

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