EEUU reconoce al gobierno de Somalia: implicaciones y expectativas

Hillary Clinton con H. Sheij Mohamud, presidente de Somalia (17-01-2013). US Govt (Flickr.com)

 El 17 de enero de 2013 se ha convertido en un día de celebración para los somalíes. Por fin, tras varias décadas de guerra, desconcierto y falta de apoyo por parte de las diferentes administraciones estadounidenses EEUU reconoció el jueves 17 de enero  al recién designado presidente de Somalia y a su gobierno.

 Este reconocimiento tiene muchas consecuencias pero la más importante sin duda es la posibilidad que ahora se le abre al gobierno central de Somalia de convertirse en el foco receptor de las ayudas humanitarias y de financiación internacional  que tanto necesita el país.

 Después de 22 años (en 1991 Siad Barré abandonó Somalia y dejó al país sumido en la miseria, la guerra y el caos) en los que EEUU adoptaron políticas con graves errores marcados por la indiferencia hacia la población, por fin se ha adoptado una medida que permite a Somalia empezar a construir su dañado tejido institucional.

 Por primera vez en la historia, un gobierno en funciones reconoce formalmente al gobierno de Somalia, país que obtuvo la independencia el 1 de julio 1960 para desaparecer por completo el 26 de enero de 1991, cuando las instituciones nacionales y locales “implosionaron”  y el difunto presidente Mohamed Siad Barré y su gabinete huyeron del país. En ese momento ninguna autoridad central o local sustituyó al gobierno derrocado por el pueblo. Así, Somalia se convirtió en un “estado fallido”, una situación sin precedentes que amenazaba la paz y la seguridad internacional y el desarrollo de todas las fuerzas malévolas que han prosperado aprovechándose del mismo, como el caudillismo, el radicalismo, el terrorismo, la piratería, el tráfico humano y de drogas, el blanqueo de dinero, la violencia y el vertido ilegal de sustancias contaminantes.

 Hasta el histórico reconocimiento de Hillary Clinton del pasado 17 de enero, apoyado por el presidente Obama fueron muchas las voces disidentes contra la política americana aplicada en el territorio somalí por estar basada tan solo en la lucha contra el terrorismo y la intervención sin ningún compromiso con la restauración de las instituciones de gobierno ni con el pueblo somalí, importantes figuras políticas y académicas como Michael Zorick o Donald Payn han alzado durante todos estos años sus voces críticas contra estas políticas de falta de respeto que no han traído  resultado alguno.

 La sociedad tiene la esperanza de que este reconocimiento y los esfuerzos y alianzas entre ambos países permitirán la construcción de un estado sólido basado en el modelo constitucional, dejando atrás los años en los que el modelo de gobierno que EEUU apoyaba para Somalia ha sido el de administración fiduciaria como si de una antigua colonia se tratara.

 A día de hoy el gobierno de Somalia todavía no tiene la capacidad política e institucional necesaria para hacer frente a las complejidades propias de los países altamente endeudados y su negociación con los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial es limitada, por ello es una buena baza saber que cuentan con el apoyo de EEUU en todos estos procesos.